Voy pensando en que no hace ni un año y las cosas ya no son igual
las disculpas no cuesta aceptarlas, me cuesta saber perdonar.
Y vuelvo a despertar, cansado de estar tan cansado de ser
me digo: “No hay mitad que sea tan mala como la que tenés”.
las disculpas no cuesta aceptarlas, me cuesta saber perdonar.
Y vuelvo a despertar, cansado de estar tan cansado de ser
me digo: “No hay mitad que sea tan mala como la que tenés”.
colgado de la hoja más alta del árbol que sé imaginar
porque hay cosas que sangran por dentro y nadie las puede notar
y me acuesto en la cama que un día la ropa te supe robar.
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